El hacker de LulzSec, conocido en la red por su seudónimo “Sabu”, ha evadido su sentencia de prisión al haber ayudado al FBI a atrapar a otros cibercriminales y evitar más de 300 ataques informáticos.
Las autoridades arrestaron a Hector Xavior Monsegur, Sabu, en 2011 y lo acusaron de haber participado en 250 ataques a entidades públicas y privadas que causaron daños de más de 50 millones de dólares. Los cargos podrían haber significado una sentencia de prisión de hasta 26 años, pero Sabu decidió aminorar su sentencia convirtiéndose en un informante del FBI y ayudándole a capturar a otros cibercriminales.
Su ayuda hizo que, esta semana, el juez a cargo de su caso lo dejara libre con una sentencia cumplida por sugerencia de la fiscalía. “Monsegur admitió conductas criminales previas sobre las que el gobierno no tenía evidencia, así como su participación en los grupos de hackers Internet Feds y LulzSec”, explicó el fiscal Preet Bharara. “Después, Monsegur nos entregó información crucial y detallada sobre intrusiones informáticas cometidas por estos grupos, incluyendo la forma en la que ocurrieron los ataques, los miembros que los llevaron a cabo y cómo se explotaron los sistemas informáticos después del ataque”.
“La información consistente y corroborada que entregó Monsegur sobre situaciones pasadas, combinadas con su cooperación proactiva y otras evidencias desarrolladas en el caso, contribuyó de forma directa a la identificación, acusación y condena de ocho de sus principales co-conspiradores, incluyendo Jeremy Hammond , quien al momento de su arresto era el cibercriminal más buscado por el FBI”.
También ayudó a prevenir ataques, incluyendo algunos dirigidos a las Fuerzas Armadas de los EE.UU., el congreso de los Estados Unidos, la NASA, una red televisiva y un fabricante de videojuegos. “El FBI estima que logró prevenir al menos 300 ataques informáticos diferentes… aunque es difícil de calcular, es posible que las acciones de Monsegur hayan prevenido pérdidas millonarias a sus víctimas”.
La juez que dictó la sentencia, Loretta Preska, agregó que la labor de Monsegur tiene un valor adicional tomando en cuenta el riesgo en el que se puso al convertirse en informante. “No hay duda alguna de que el Sr. Monsegur y su familia han recibido amenazas y ataques”, dijo.
Sin duda, Sabu se ha convertido en una de las figuras más odiadas entre estos grupos de hackers, que creen que es injusto que otros hackers, como Hammond, hayan ido a prisión por ataques que Sabu y el FBI ayudaron a coordinar.
“Monsegur es, antes que nada, un criminal; el FBI es su co-conspirador. Mientras operaba bajo su supervisión, Monsegur cometió varias felonías que no deberían pasarse por alto por su condición de informante”, opinó un portavoz de Anónimo. “El FBI sigue capturando informantes para que cometan crímenes atroces en busca de sentencias reducidas, sólo para crear ‘ejemplos’ que asusten al público”.
Saludos.
Lexer Pars.
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